Siguiendo la Canal de Berdún, el casco urbano de Mianos se alza en un pequeño altozano que descubre casi todo su término municipal. El cauce del río Aragón constituye su límite septentrional, y al sur destacan las alturas de Peña Nobla, con sus 1076 m de altitud.
El término municipal de Mianos guarda elementos naturales de gran interés, variados como su geografía. Bosques naturales y de repoblación cubren la mayor parte de la mitad sur del término, la más montañosa y abrupta; restos de los antiguos carrascales perviven en la zona central, a ambos lados del Camino de Santiago, entremezclados con los campos de cultivo; y valiosos sotos naturales jalonan las orillas del río Aragón.
El antiguo Camino de Santiago, muy bien conservado en Mianos, atraviesa el término de este a oeste y pasa junto al lugar donde se alzó el antiguo Mianos, hasta su traslado a su ubicación actual hacia el año 1137. Para dar servicio a los viajeros, caminantes y arrieros se construyó al pie mismo del Camino una venta, que ya existía en el siglo XVIII, hoy en ruinas.
Históricamente Mianos estuvo vinculado al Monasterio de san Juan de la Peña por donación del rey Pedro I en 1093. En el núcleo alto de la población se alza la iglesia parroquial de Santa Ana y restos del antiguo palacio fortificado. La parroquial esconde en su interior un magnífico retablo del siglo XVI dedicado a San Sebastián y sobre todo una obra maestra renacentista escasamente conocida: el maravilloso artesonado de la cubierta y el coro alto, cuyo antepecho aparece cuajado de paneles decorativos de gran calidad.
En el exterior de la iglesia llama la atención una curiosa capilla llamada de Nuestra Señora del Arco, abierta a un lado del atrio. Presenta un retablo barroco de mediados del siglo XVIII.
Mianos y su término municipal merece la visita del viajero que aquí encontrará tranquilidad, sosiego y magníficas vistas desde el casco urbano.
