A caballo

Sin ser una ruta compleja, requiere saber montar a los tres aires con soltura, un mínimo de experiencia de equitación de exterior y una buena preparación física. Existen dos formas de recorrer el Camino a caballo: como jinete autónomo o contratando los servicios de una empresa especializada.

Recorrerlo como jinete autónomo, en solitario o en grupo, comporta una ardua tarea de preparación y logística, ya que no todos los alojamientos que encontrarás a tu paso pueden ofrecer los servicios necesarios para la atención y estancia de los caballos. Aun así, esta tarea es parte de la aventura.

Si decides contratar los servicios de una empresa especializada, debes asegurarte de que ofrezca guías profesionales y conocedores del Camino, apoyo logístico y caballos totalmente equipados y acostumbrados a los recorridos en exterior.

Los alojamientos, tanto de los peregrinos como de los caballos, estarán reservados con antelación y la manutención estará garantizada.

Si prefieres viajar con tus propios caballos, también te recomendamos contactar con empresas especializadas para que te faciliten información del Camino y de los servicios que puedes necesitar.

En la preparación de la ruta a caballo, es imprescindible informarse del estado en que se encuentran los diferentes tramos que vayas a recorrer. Recuerda que por donde se puede pasar andando o en bicicleta, no siempre es posible hacerlo a caballo.

En la actualidad (2018), el primer tramo del Camino de Santiago por Aragón, entre Somport y Canfranc Pueblo, es impracticable. Recomendamos pues, empezar el Camino a caballo desde Canfranc Pueblo.