Patrimonio
Declarado Patrimonio de la Humanidad por su valor como ruta de peregrinación, vía de difusión y encuentro cultural.
El Camino de Santiago, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por su valor como ruta de peregrinación, vía de difusión y encuentro cultural. El Somport es la puerta de entrada a la Península Ibérica de los peregrinos procedentes de toda Europa.
El Camino de Santiago por Aragón atraviesa 15 términos municipales que muestran un rico legado patrimonial protagonizado por grandes obras del románico y destacados vestigios y conjuntos histórico artísticos.
Hospital de Santa Cristina de Somport (Candanchú)
El Monasterio y Hospital de Santa Cristina de Somport es, actualmente, un yacimiento arqueológico que recoge los restos de lo que fue una hospedería situada en el alto del puerto de Somport, junto a la urbanización de Candanchú y dentro del término municipal de Aísa (Huesca).
El origen del Monasterio y Hospital de Santa Cristina de Somport se sitúa a finales del siglo XI. Esta institución fue creada para proporcionar refugio y asistencia a pobres, enfermos, peregrinos y viajeros, se consolidó en el siglo XII y alcanzó su máxima expansión en el siglo XIII, llegando a poseer un amplio patrimonio.
En el hospital se acogía a los peregrinos gratuitamente por un tiempo máximo de tres días. Se les ofrecía un edificio reservado para ellos y abundante comida. Si llegaban enfermos, se les cuidaba hasta su recuperación. Si fatalmente morían, se les enterraba en el pequeño cementerio adosado a la capilla.
Actualmente se conoce gran parte del conjunto gracias a diversas campañas de excavación sistemática llevadas a cabo desde 1987 y a la documentación conservada, aunque es difícil a partir de las ruinas que hoy vemos evocar el esplendor de este monasterio y hospital, que llegó a ser uno de los tres más importantes del mundo.
Fuerte de Coll de Ladrones (Canfranc Estación)
La estratégica montaña de “Cot de Latrós” (o “Cod de Ladrones”) fue elegida en 1751 para levantar una nueva fortificación fronteriza, cuyas obras concluyeron en 1758.
Su mala construcción ocasionó continuas filtraciones, por lo que se abandonó por inhabitable en 1777. Con motivo de la Guerra contra la Convención francesa (1793-95) se volvió a ocupar, pero en 1801 se abandonaba definitivamente.
A mediados del siglo XIX, y como réplica a la construcción del fuerte francés del Portalet (en Urdós, cerca de la frontera), se determinó reocupar la posición con la edificación de un nuevo fuerte, que ahora se denominaría “Coll de Ladrones”. El fuerte quedó pronto obsoleto y se cerraba en 1961. En 1990 el Ministerio de Defensa procedió a la subasta del edificio, que fue adquirido por una sociedad privada.
Estación Internacional de Canfranc (Canfranc Estación)
La Estación Internacional de Canfranc llegó a ser una de las estaciones mayores de Europa. Su construcción se inscribe en la propuesta que los aragoneses hicieron al Estado Español en 1853. No obstante no se inauguraría hasta 1928.
Está realizada en materiales usuales de la arquitectura de principios de siglo XX como el cristal, el cemento y el hierro, bajo diversas influencias arquitectónicas. Se cubre con pizarra, material muy utilizado en Aragón para las cubiertas y de inspiración francesa.
Se estructura en un edificio central y varios muelles destinados al trasbordo de mercancías. En el exterior presenta grandes ventanales que se abren mediante arcos de medio punto. Destaca la fachada principal, dispuesta simétricamente, con un torreón central y otros dos en las esquinas. Un largo andén se sitúa ante esta fachada a modo de pórtico.
En la actualidad nos encontramos con un edificio cercado, el acceso es limitado y por visitas guiadas. Sin embargo, podemos pasear por los muelles, contemplar el depósito de máquinas, con su estructura metálica, y las diversas grúas que todavía permanecen a los lados de las vías. El Gobierno de Aragón está dando un impulso decidido a su rehabilitación y recuperación.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Pilar (Canfranc Estación)
La iglesia parroquial de Canfranc-Estación está dedicada a Nuestra Señora del Pilar y está situada en una ladera frente a la Estación Internacional de ferrocarril. Fue consagrada en 1969 y es obra del arquitecto Miguel Fisac Serna, quien consiguió realizar un edificio en clara armonía con el magnífico paisaje pirenaico en el que se inserta. Se trata de un complejo parroquial rural, compuesto por un templo y todos los servicios anejos de sacristía, despacho parroquial, archivo, salón parroquial y vivienda del párroco.
El conjunto parroquial está presidido por el volumen ocupado por el templo, el cual se dispone en forma de abanico, cerrado por un muro frontal sinuoso y con una cubierta de gran pendiente casi paralela a la ladera. Completan el conjunto los anejos adosados en los laterales del templo, al norte los servicios parroquiales y al sur la vivienda del párroco.
El interior del templo tiene una fuerte carga simbólica y sigue las prescripciones del Concilio de Vaticano II configurando un lugar idóneo para la reunión de la asamblea eucarística. Es de gran riqueza espacial, destacando el prodigioso dominio de la luz sobre los muros de piedra abiertos por pequeños vanos.
La iglesia combina el sistema tradicional de muros de carga de mampostería de piedra, con una estructura de cubierta prefabricada formada por cerchas metálicas triangulares. La cobertura de todo el inmueble se realiza mediante bandejas de aluminio. La elección de este material resulta muy acertada en su contexto, puesto que el aluminio plateado refleja la luz y aporta ligereza al conjunto.
Conserva en su interior varios bienes muebles de interés como son: un Cristo Crucificado en madera policromada del siglo XVI, procedente de la Iglesia parroquial de Tiermas; Una Virgen del Pilar en madera policromada del siglo XVIII, procedente de la antigua iglesia parroquial de la partida de Los Arañones; una Inmaculada Concepción en escayola policromada del siglo XX. Cabe citar también el diseño de Miguel Fisac del mobiliario litúrgico: mesa de altar, sede, ambón, base de sagrario, pila bautismal, dos pilas de agua bendita, columna de la Virgen del Pilar y paragüero en piedra tallada.
Esta iglesia parroquial conserva gran parte de su autenticidad e integridad, a pesar de haber sufrido algunas obras de reconstrucción a causa de los desperfectos provocados por un alud.
Torreta de Fusileros (Canfranc)
La torreta de los fusileros es una torre defensiva construida en 1876 en Canfranc (Huesca), tras la conclusión de la carretera de Zaragoza a Francia por Somport y su finalidad era precisamente defender la nueva vía de comunicación.
Se trata de un edificio fortificado de tres plantas en piedra sillar, con planta rectangular de esquinas fuertemente redondeadas. En todas las plantas se abren aspilleras de tiro abocinadas. Posee un patio interior cubierto. Al exterior hay un foso de protección con puente levadizo. El tejado es de pizarra y sigue la planta general del edificio.
La Torreta de Fusileros ha sido restaurada y abierta al público y suele albergar diversas exposiciones cumpliendo una función cultural.
Canfranc Pueblo
La antigua villa de Canfranc fue un pueblo frontera y aunque su historia está marcada por los devastadores incendios que sufrió en 1617 y 1944, todavía conserva parte de su antiguo patrimonio monumental.
Los restos del castillo, de origen medieval y ampliado en el siglo XVI, se conservan sobre una roca; la fachada de la Torre de Aznar Palacín del siglo XIV; la Iglesia parroquial de la Asunción, con sus cuatro retablos barrocos; y el conjunto monumental de la Trinidad (templo y convento), fundado en el siglo XVI por Don Blasco de Les, sirvió como centro asistencial para atender a pobres y peregrinos. Hoy, aunque se libró de los fuegos de 1617 y 1944, es una hermosa ruina a la salida del pueblo, con visos de pronta restauración.
Cueva y dólmen de las Güixas (Villanúa)
En el término municipal de Villanúa se encuentran las llamadas grutas de las Güixas, bajo el macizo de Collarada, en la falda oeste y junto al Camino de Santiago.
La cueva de las Güixas debe su nombre a un hueco que ilumina una de las cámaras, y que según cuenta la tradición era cobijo de brujas y aquelarres. Es un complejo kárstico, que conserva evidencias de ocupación humana antigua. El interior de esta cámara fue excavado y permanecen restos estátigráficos en la zona del túmulo que está intacto. El interior cuenta con varias salas, alcanzando la de más altura los 16 metros. El conjunto sorprende por sus formaciones pétreas, estalactitas y estalagmitas y columnas naturales que unen la cubierta con el suelo.
Junto a la cueva se dispone el dolmen de las Güixas, un monumento megalítico de época Neo-Eneolítica del que se conserva la cámara funeraria completa, monolitos laterales y cubierta, mientras que el túmulo que la recubría está incompleto.
Torre de Aruej (Villanúa)
El lugar donde se asienta esta torre tuvo diversos nombres como Aruex o Arueg y llegó a contar con ayuntamiento propio, a pesar de ser poco más que un caserío. Era un lugar de paso para a Francia por el Pirineo Central. También se úbicó aquí el arciprestazgo de Aruex, perteneciente al obispado de Huesca hasta su pase al de Jaca en 1571. Fue creado el Señorio de Aruex en el siglo XVII para defender esta vía militarmente.
Se trata de una torre de planta ligeramente rectangular y de gran altura, la cubre un tejado a dos aguas, y en sus fachadas se conservan saeteras. Además posee ventanas enmarcadas en sillar de construcción original y algún balcón de apertura posterior, dada su transformación en vivienda.
Junto a la torre se encuentran otros edificios. Cabe destacar la pequeña ermita románica de nave rectangular que presenta ventanal en arco de medio punto y puerta abocinada y una espadaña de doble hueco.
Iglesia románica de San Adrián de Sásabe (Borau)
Se localiza en el municipio de Borau, en la Jacetania, cerca del barranco de Calcín. El monasterio de San Adrián de Sasabe fue mandado construir por el Señor Galindo Aznárez en el siglo XI, en estilo románico, sobre otro visigodo. Fue un cenobio en el que se refugiaron los obispos de Huesca durante la invasión árabe. Su historia se rodea de leyendas como la que cuenta que en este monasterio se guardó el Santo Grial antes de ser trasladado a San Juan de la Peña y posteriormente a la catedral de Valencia.
A fines del siglo XVI se construyó una ermita sobre los muros de la iglesia original. Fue ocultada progresivamente por la tierra arrastrada por un torrente durante siglos. Se recuperó en 1957.
En origen se construyó con planta rectangular y cabecera con ábside semicilíndrico. Se levantó una torre en el muro norte que se comunicaba con la iglesia. Su portada románica, enmarcada por un baquetón, tiene tres arquivoltas que decrecen en grosor. Dos de las arquivoltas se presentan doveladas sobre jambas y entre ellas se dispone un baquetón sobre columnas. Sobre ella se dispone un ventanal que se utilizó como acceso a la iglesia, en tiempos en los que la iglesia estuvo semienterrada, y utilizada como refugio por los pastores.
El exterior se decora también, bajo el tejaroz del ábside, con un friso de arcos lombardos y canecillos decorados con figuraciones como la cara del obispo de Pamplona Sancho Larrosa que fue fundador de esta iglesia cenobio.
Ermita de Santa María de Iguácel (Jaca)
Iglesia de Santa María de Iguácel se localiza en la comarca de La Jacetania, en el Valle de la Garcipollera, a la altura de la localidad de Castiello de Jaca. Comenzó a construirse entre los años 1040 y 1050 por orden del Señor Galindo y fue financiada por Doña Urraca y el Conde Sancho, ayo del rey Sancho Ramirez. Fue lugar de peregrinación y monasterio benedictino.
Su importancia radica en que fue una de las primeras iglesias de Aragón con cabecera semicircular, tipología ésta que se extenderá por toda la Jacetania. Contiene además importantes obras pictóricas y escultóricas. Fue construida en varias fases y tuvo distintos propietarios.
La planta primitiva de esta iglesia estaba formada por una nave rectangular con cabecera semicircular precedida por un pequeño presbiterio que se construyó en sillarejo regular. La cabecera se cubre con bóveda de horno y en origen presentaba tres vanos que se cerraron para decorar el muro con pinturas.
En la fachada Sur presenta tres ventanas con arcos dobles de medio punto y una puerta que se abre a la nave. En la fachada occidental se localiza otra puerta construida en una segunda fase. La portada principal se abre en los pies de la iglesia. Se enmarca por cinco arquivoltas, una de ellas decorada con el ajedrezado característico del arte jaqués. En una segunda fase de construcción se añade una torre.
Acoge un importante conjunto escultórico románico: capiteles, modillones con decoración vegetal, geométrica y figurativa y una basa de columna fechados en el siglo XI.
En el interior, la cabecera conserva restos de pinturas del segundo cuarto del siglo XV, de estilo gótico internacional, dispuestos en registros horizontales. La pintura se divide en varios registros: en el primero aparecen representados doce santos, la Virgen y su vida en el registro central y el Calvario en el superior.
Se conserva también un frontal al temple sobre madera con nueve escenas religiosas de la vida de la Virgen fechada en 1203-1213 en el que también se escenifica a San Miguel combatiendo al demonio.
Las obras escultóricas exentas procedentes de Iguácel se conservan en el Museo Diocesano de Jaca. Entre ellas destaca una talla románica de la Virgen de Iguácel, entronizada que comparte características con las tallas románicas de Agüero y Ayerbe.
Otro elemento a reseñar es la reja original que cerraba el ábside de finales del siglo XI y principios del XII, una de las más antiguas de la Península.
Catedral de San Pedro de Jaca
La catedral de Jaca está considerada como uno de los templos más importantes del primer románico europeo. Su construcción a partir de 1077 por orden del rey Sancho Ramírez está estrechamente vinculada a la decisión de potenciar el carácter de capital del Reino de Aragón de la ciudad y la concesión de los fueros que le permitieron crecer y desarrollarse como pujante centro comercial en la ruta del Camino de Santiago y político de Aragón.
La catedral conserva su estructura básica y configuración románica: una planta basilical de tres naves de cinco tramos con sus correspondientes ábsides alineados, dos puertas de acceso y una esbelta cúpula.
La maestría con que edificaron este armonioso templo, el refinamiento con el que fueron labrados los capiteles de las columnas de las dos portadas, la ventana exterior del único ábside original conservado y el gran crismón de la puerta principal demuestran que fueron obras de auténticos maestros. El actual edificio es el resultado de sucesivas reformas, ampliaciones y destrucciones.
Torre del Merino, del Reloj o de la Cárcel (Jaca)
Esta torre de estilo gótico fue construida en 1445 para residencia del merino de la ciudad aunque poco después se utilizó como cárcel al incendiarse la denominada cárcel eclesiástica situada al lado de la catedral. Una vez reconstruida ésta, la torre fue vendida y pasó por diversos propietarios hasta que en 1559 la compró el Ayuntamiento para instalar en ella un reloj, de ahí su denominación.
Es una torre de planta rectangular, construida con piedras irregulares y gran esbeltez. Se divide interiormente en cuatro plantas, iluminadas por ventanales góticos, algunos con tracería o geminados. La puerta de ingreso se sitúa en la cara norte a nivel del suelo y consiste en un arco de medio punto. En la reciente restauración se le eliminaron tanto el chapitel (actualmente se cubre con tejado a cuatro aguas) como el reloj.
Legado Patrimonial
Otros lugares de interés
Iglesia románica de San Miguel Arcángel (Castiello de Jaca)
Iglesia de Santiago (Jaca)
Antiguo Hospital de Peregrinos (Jaca)
Ciudadela de Jaca
Santa Cruz de la Serós (Iglesia de Santa María y San Caprasio)
San Juan de la Peña (Jaca)
Iglesia románica de Binacua
Palacio del Priorato (Santa Cilia)
Iglesia y Torre de Arrés
Arquitectura civil de Martes
Iglesia de Mianos
Arquitectura civil de Artieda
Castillo, iglesia y arquitectura de Ruesta
Arquitectura civil de Undués de Lerda
Arquitectura civil de Berdún
Iglesia y arquitectura civil de Sigües
Ruinas de la muralla e iglesia de Tiermas